Se han completado las investigaciones fitosanitarias sobre los árboles en la población natural. Estas investigaciones incluyeron inspecciones de la copa, muestreo de ramas afectadas por alteraciones (como secado, pérdida de agujas, clorosis) e aislamiento de microorganismos fúngicos. Los trastornos observados deben relacionarse con las severas condiciones ambientales en las que vive Abies nebrodensis y, junto con la comunidad fúngica observada en agujas sintomáticas y sanas (principalmente constituida por patógenos débiles y saprófitos), indican que la especie es capaz de tolerar las restricciones de su hábitat.